Jueves, 21 de noviembre de 2024 Suscríbase
Temas
Tasas de interés

Tasas seguirán altas

El presidente Gustavo Petro y el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, insisten en bajar las tasas de interés. Pero el Banco Emisor dice no.

Archivo Alternativa - Ricardo Otero

El gobierno del Pacto Histórico viene por muchos meses pidiendo al Banco de la República que comience la disminución de tasas de interés. El ministro de Hacienda Ricardo Bonilla, que hace parte de la Junta de la entidad, se ha visto enfrascado en discusiones técnicas con el director del Banco, Leonardo Villar, exdirector de Fedesarrollo, uno de los economistas más respetados del país. Villar y el equipo de analistas del Banco insisten en que la baja de tasas deberá ser gradual y en todo caso desde 2024 en adelante. Todavía queda una reunión de la junta para el mes de diciembre, pero por lo general en esa última del año no hay decisiones ya que el tema de mayor importancia en las últimas semanas del año es el aumento del salario mínimo.

Todos los agentes del mercado coinciden en que Colombia debe controlar la inflación. Entrar en escenarios de alta inflación no es para nada conveniente. Es fácil llegar a eso debido a los aumentos en precios de los combustibles. Ese efecto generó gran parte de la inflación que tenemos actualmente. Otra parte de la explicación viene por los fenómenos internacionales de los precios de los suministros de China, la guerra de Rusia y Ucrania y otras externalidades. La realidad es que Colombia desde la elección de Petro en segunda vuelta el año pasado, hasta hoy, ha observado un aumento significativo en la tasa de cambio, una subida de los precios de los combustibles y decrecimiento económico por primera vez en muchos años. Los inversionistas están prevenidos. La caída en venta de viviendas y vehículos muestra una economía estancada. Si no se activa algún efecto rápido, podríamos entrar en escenarios de recesión.

La visión del Gobierno que es de corto plazo no coindice con la visión macroeconómica del Banco de la República que es de mediano y largo plazo, es decir una mirada más responsable y sostenible. En una reciente proyección del área de investigaciones económicas del Banco de Bogotá, mostraron sus proyecciones de inflación y Colombia volvería a un escenario normal con bajas tasas y baja inflación solamente hasta 2025. Todo el año entrante sería de ajuste, pero gradual, de los niveles de tasa.

La victoria reciente de Javier Milei en Argentina deja un nuevo ingrediente sobre la mesa. Después de la victoria, Petro fue el único mandatario de la región que lamentó el triunfo públicamente. Ya en campaña Milei lo había señalado de “comunista” y de “zurdo” como si hiciera parte de su grupo de enemigos en donde principalmente hay peronistas y kirchneristas, muy cercanos al presidente de nuestro país.

“No se nos haga raro que, si el Banco de la República no comienza el proceso de disminución de tasas pronto, Petro adopte frases o ideas de Milei”

Milei ha prometido acabar con el Banco Central, y un posible proceso de dolarización de la economía. No tengo muy claro cómo lo va a lograr, ya que depende de un Congreso en donde no tiene mayorías. La idea de Milei de desestimar la importancia de un Banco Central para controlar la inflación es una idea peligrosa que puede hacer carrera en el universo paralelo de las redes sociales en donde vive Gustavo Petro. No se nos haga raro que, si el Banco de la República no comienza el proceso de disminución de tasas pronto, Petro adopte frases o ideas de Milei, a pesar de que son de orillas ideológicas opuestas. Nada más riesgoso que Petro comience a publicar la posibilidad de cambios estructurales en el Banco.

Ya hizo un primer anuncio exótico al referirse a la Constitución Política de Colombia señalando que es un texto de “ficción”. Puede ser que esté ambientando un cambio institucional para abrir la puerta a una nueva asamblea nacional constituyente, siguiendo los pasos de Chile. En todo caso el ambiente enrarecido continuará, lo que va a dificultar la narrativa de todos los interesados. En el caso del Banco de la República, hay certeza en que sus decisiones colegiadas no serán por impulso o por agenda política. Siempre han llevado a las sesiones de deliberación los análisis de una manera técnica y muy responsable. Es por esto que las calificaciones de Colombia a nivel internacional siempre han sido muy respetadas por todos los organismos multilaterales y los agentes del mercado en general. A pesar de estar lejos del grado de inversión, Colombia sigue siendo una de las economías de mejor reputación del continente. Lo mejor que puede hacer el Gobierno entonces es no tocar la independencia del Banco, seguir buscando bajar inflación con otras medidas y continuar trabajando de manera armónica con las instituciones, el único camino para continuar teniendo una democracia en un Estado Social de Derecho.

Si el gobierno quiere comenzar a bajar la inflación debe reflexionar muy bien sobre lo que piensa hacer con los precios en 2024 del Diésel y el ACPM. Si hay aumento en esos combustibles, no solo será muy difícil frenar la inflación de alimentos, sino que se exponen, ahí si a un real estallido social de camioneros, transportadores, taxistas y demás miembros de un gremio que históricamente ha sido beligerante y que quiere hacerse sentir.