Desde su oficina en la calle Rue du Rhône en Ginebra, Suiza, ejecutivos de la poderosa multinacional Gunvor Group siguieron con atención una audiencia en Barranquilla relacionada con el presunto saqueo a Ecopetrol. La incautación de activos valuados en más de 1,3 billones de pesos colombianos a varios procesados, incluyendo influyentes empresarios y miembros del Eln, generó un escándalo nacional el año pasado.
Gunvor Group, cuyo CEO es Torbjörn Törnqvist, enfrenta la extinción de dominio sobre su sucursal en Colombia, Gunvor Colombia S.A.S. La empresa argumenta que desconoce las actividades específicas llevadas a cabo en Colombia y que la investigación ha causado pérdidas multimillonarias, incluyendo la cancelación de contratos.
La defensa de Gunvor Group sostiene que las operaciones indagadas en Colombia representan solo el 3 por ciento de las actividades totales de la compañía. A pesar de la oposición de otros implicados, los apoderados de Gunvor insisten en que su filial colombiana no participaba en actividades ilegales relacionadas con la comercialización irregular de crudo.
Gunvor Group enfrenta incertidumbre sobre el futuro de su sucursal en Colombia y las posibles consecuencias legales derivadas de su presunta vinculación al saqueo a Ecopetrol.