Durante la sesión de la Cámara de Representantes destinada a evaluar la perspectiva y sostenibilidad del Presupuesto General de la Nación de 2024, el Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, abordó la coyuntura económica del país. Señaló que el país enfrenta una notoria desaceleración económica, atribuyéndola a factores tanto internos como externos, los cuales, en su opinión, tienen raíces históricas.
Siguiendo la perspectiva del funcionario, esta administración no puede ser considerada responsable de la ralentización del crecimiento económico que Colombia ha experimentado durante los últimos meses. Esto se debe, según él, a los efectos continuos de la pandemia y a las medidas adoptadas por los bancos centrales en Estados Unidos para controlar la inflación.
"La desaceleración económica es un fenómeno global que estamos experimentando como consecuencia directa de la pandemia de COVID-19. Hace tres años, Colombia se vio afectada por la recesión económica provocada por la pandemia, y en ese momento se esperaba una recuperación rápida. Sin embargo, en la actualidad, el mundo se enfrenta a un ajuste brusco en esa recuperación inicial. Por lo tanto, la desaceleración no es exclusiva de Colombia", expresó Bonilla.
El Ministro de Hacienda enfatiza que la crisis actual no puede atribuirse al desempeño de este gobierno en particular, ya que es un fenómeno global que obliga a todos a reflexionar sobre si conducirá a una nueva fase de crecimiento económico en el futuro o a un período de incertidumbre a nivel mundial.
"Hasta el momento, lo que hemos observado es que se avecina un período de incertidumbre, en gran medida impulsado por economías como la de Estados Unidos. La Reserva Federal (Fed) aún está contemplando la posibilidad de aumentar las tasas de interés, lo que ha resultado, por ejemplo, en la salida de inversiones de corto plazo", añadió Ricardo Bonilla.
Factores como el conflicto en Ucrania y, más recientemente, las tensiones en el Medio Oriente, están exacerbando la desaceleración económica y generando inquietud entre los inversionistas. Esto se suma a la desaceleración de la economía china, lo que está contribuyendo a una disminución del crecimiento a nivel global.
Ante esta situación, el Ministro Bonilla enfatizó la necesidad de asumir una "responsabilidad compartida" para impulsar el país y evitar que esta crisis se agrave. Subrayó que el rumbo de la economía depende no solo del Gobierno Nacional, sino también de instituciones como el Banco de la República, ya que las decisiones de ambas entidades tienen un impacto directo en el panorama económico.