Las negociaciones para determinar el aumento del salario mínimo en Colombia para el año 2024 están en marcha, y los expertos advierten sobre los riesgos de incrementos exagerados en medio de una economía que enfrenta desafíos significativos.
Con un Índice de Precios al Consumidor del 10,15% en noviembre y una productividad laboral que registró una caída del -1%, las discusiones sobre el incremento salarial se centran en encontrar un equilibrio que beneficie a los trabajadores sin poner en riesgo la estabilidad económica.
La Corte Constitucional ha establecido que el aumento salarial no puede ser inferior al aumento del costo de vida acumulado hasta noviembre, garantizando así un incremento de dos dígitos. Sin embargo, expertos como Juana Téllez, economista jefe de BBVA Research para Colombia, instan a considerar la disminución de la inflación proyectada para 2024 y las pérdidas de productividad laboral registradas en 2023.
La indexación, que ajusta los precios de bienes y servicios conforme al salario mínimo, se presenta como un factor crítico. Aumentos desmedidos podrían tener repercusiones negativas en la inflación, la creación de empleo, la formalidad laboral y las decisiones de inversión.
Las centrales obreras, aunque aún no han revelado sus propuestas, han expresado su deseo de un incremento superior al 10%, asegurando la protección del poder adquisitivo de los hogares. Por otro lado, los empresarios, conscientes de la situación económica, abogan por la prudencia en medio de las negociaciones.
La Comisión Permanente de Políticas Salariales y Laborales tiene hasta el 14 de diciembre para presentar propuestas, dando inicio a una semana de negociaciones. En caso de no alcanzar un consenso antes del 30 de diciembre, el Gobierno Nacional emitirá un decreto con la decisión final.
El aumento del salario mínimo en Colombia para 2024 se presenta como un reto clave en el actual panorama económico del país.