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Diego Molano Vega

La rifa del tigre

A Diego Molano, el nuevo gerente de la ETB, le toca primero transformar el espacio en el cual la compañía de telecomunicaciones de Bogotá se mueve. Una gran dificultad es la capacidad limitada que tiene para hacer inversiones.

Diego Molano, gerente de la ETB / Foto: MIT Technology Review

El alcalde de Bogotá Carlos Fernando Galán, junto a los miembros de la junta directiva de la ETB, han decidido que al frente de la compañía debe estar el exministro TIC Diego Molano Vega, en reemplazo del saliente presidente Alex Blanco, que estuvo unos meses debido a la renuncia de Sergio González quien había sido designado por la alcaldesa Claudia López en 2020.

Dentro de las credenciales de Molano se encuentra el haber sido reconocido a nivel mundial por el programa “Vive Digital” cuando recibió en Barcelona en febrero de 2012, y por primera vez en la historia para nuestro país el galardón como el gobierno con las políticas más innovadoras de telecomunicaciones en el mundo. Los premios GSMA se entregan en el marco Mobile World Congress, la feria más importante del mundo en tecnología, que se realiza cada año en Barcelona y reúne a más de 65.000 personas; ministros y reguladores de más de 141 países, y representantes y CIO de operadores, fabricantes, desarrolladores de aplicaciones y contenidos para móviles. En aquella ocasión la GSMA otorgó el premio al “Gobierno de Liderazgo”, en donde los jurados fueron los operadores de todo el mundo. La expansión del “Plan Vive Digital”, se posicionó desde entonces como la estrategia número uno para buscar la disminución de la pobreza y fomentar el desarrollo a través del uso de las TIC.

Al aceptar el reto de tomar las riendas de la ETB, Molano acepta que es como ganarse “la rifa del tigre”. El operador de telecomunicaciones tiene una coyuntura única y compite en un ecosistema de ingresos a la baja y empresas multinacionales con músculo financiero como Claro, Tigo o Telefónica. El principal desafío es lograr expandirse y para ello, debe reivindicar en general su posición en el sector de telecomunicaciones. Las compañías de telecomunicaciones viven actualmente una crisis de ingresos, por el cambio de los consumos digitales de los usuarios que afectan a las que prestan servicios de telecomunicaciones tradicionales. A Molano le toca primero transformar el espacio en el cual la compañía de telecomunicaciones de Bogotá se mueve. Una gran dificultad es la capacidad limitada que tiene la ETB de hacer inversiones. Las telecomunicaciones demandan un nivel intensivo de inversión continua para no quedarse obsoletas frente a la competencia. En este punto sus competidores acaban de comprar espectro de 5G hace pocos meses, algo que está en el radar cuando este gobierno adelanta una segunda subasta de espectro 5G regional. Una de las grandes dudas es si la ETB debe participar de esta subasta regional, y con qué recursos financia la puja.

Los usuarios en los hogares vienen reemplazando consumo de servicios de telefonía fija y televisión por suscripción, por servicios OTT, es decir, plataformas que no son operadores de telecomunicaciones, pero ofrecen los contenidos de entretenimiento. Lo que antes se pagaba en el hogar por la televisión ahora ingresa a las arcas de empresas como Netflix o Spotify. Hace meses las empresas de telecomunicaciones comenzaron un duro proceso de negociación con dichas plataformas para una remuneración eventual, pero el proceso es lento y no se han logrado muchos avances.

Otro de los desafíos que deberá enfrentar Molano es la posición extrema que históricamente ha mostrado el célebre sindicato Sintrateléfonos.

En las épocas del alcalde Enrique Peñalosa, por ejemplo, ayudaron a financiar el proceso de recolección de firmas para la revocatoria que nunca se dio. Este sindicato también se ha opuesto en el pasado a diferentes procesos de privatización que se intentaron y fracasaron. El paso inicial que deberá dar el nuevo gerente es el de un acercamiento mínimo con ellos para evitar los posibles bloqueos, sabotajes, huelgas u otras formas de lucha que puedan llegar a afectar el servicio que se presta a los hogares bogotanos. En todo caso Sintratelefonos es algo que no se puede eliminar de la ecuación y se debe reconocer su fuerza política.

El Concejo de Bogotá y los accionistas minoritarios son otros actores para tener en cuenta. Recordemos que la acción, actualmente cotizando en bolsa, se ha depreciado dramáticamente frente a los máximos históricos que se presentaban hace años. Recuperar el precio de la acción es todo un proyecto aparte. Conseguir financiación para eventuales proyectos requiere, a mi juicio, de la compañía de alguna firma de banca de inversión con experiencia para poder conseguir los recursos que se podrían necesitar. El equipo que va a formar Molano es otro ingrediente importante, en donde siempre ha mostrado que tiene capacidad de rodearse de profesionales que agregan valor y no traen agenda política. Sin duda toda una rifa del tigre, que ojalá salga bien, no solo por Molano, por el alcalde Galán, sino en el fondo por todos los que somos sus usuarios. Nadie quiere ver una ETB derrotada.