En un nuevo episodio de las negociaciones del salario mínimo en Colombia, los sindicatos presentaron su propuesta de aumento para el próximo año, solicitando un incremento del 18 %. Mientras tanto, los empresarios anunciaron que tomarán más tiempo para definir su posición al respecto.
Fabio Arias, presidente de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), respaldó la solicitud de un aumento del 18 % argumentando que esta decisión se basa en las cifras macroeconómicas del país. Arias enfatizó la importancia de reactivar la economía, mencionando la reducción de tasas de interés, tarifas de servicios públicos y la regulación de precios en combustibles y medicamentos. Aseguró que un aumento en los salarios contribuirá a reactivar el consumo de los trabajadores.
Sin embargo, esta propuesta generó preocupación entre analistas y expertos económicos que argumentan que, a pesar de la necesidad de proteger el poder adquisitivo de los colombianos, también se debe considerar la situación actual de la productividad del país.
Jorge Restrepo, docente de economía en la Universidad Javeriana, instó a la sensatez y recomendó que se analicen todos los factores económicos que están en juego. Subrayó que la propuesta sindical favorece a quienes tienen empleos seguros y salarios significativamente más altos que la mayoría de los colombianos.
Por su parte, Andrés Moreno, experto en mercados, advirtió sobre los riesgos de un aumento del 18 % en los salarios, sugiriendo que puede llevar a una inflación sostenida y afectar la productividad y el empleo a largo plazo.
AmCham Colombia también expresó su preocupación, señalando que en medio de la desaceleración económica actual, la prioridad debe ser proteger el empleo. María Claudia Lacouture, presidenta de AmCham Colombia, hizo un llamado a la moderación, destacando que el aumento del salario mínimo debe ser acorde con las posibilidades de la economía para evitar la destrucción de empleo.
A pesar de las discrepancias iniciales, los empresarios se muestran confiados en lograr un acuerdo. Jorge Enrique Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), propuso la búsqueda de una concertación bilateral para llegar a un consenso sobre el aumento salarial.
Las negociaciones continúan, y la decisión final sobre el salario mínimo para el año 2024 está por definirse en medio de un contexto económico desafiante.