“El recaudo tributario de este año está por el suelo, con un déficit de casi 14 billones de pesos. Está por el suelo, porque, hay que decirlo con franqueza, el gobierno nacional no atrae al sector privado, todo lo contrario, se siente hostilidad… y así no invierten”.Para el presidente del Congreso, Efraín Cepeda esa es la explicación sencilla y pedagógica de lo que está pasando con las finanzas del país, directamente en referencia al recorte presupuestal de 28,4 billones de pesos que anunció el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.
El senador recordó que la inversión el año pasado cayó 25 % explicó cuál es la fórmula clara de la situación. “A menos inversión, menos utilidades, y a menos utilidades, menos impuestos”.
Dijo que también se perdió la posibilidad de tener aproximadamente 15 billones, porque fueron presupuestados con expectativas en fallos de tribunales de arbitramento.
En cuanto al presupuesto del año 2025, el senador advirtió que podrían venir más recortes los cuales calificó de antidemocráticos. “Nos cansamos de repetirle al gobierno que las comisiones (terceras y cuartas de Senado y Cámara) no podíamos girarle otro cheque en blanco como el que giramos en 2024 y ahora viene el doloroso recorte, que es antidemocrático, porque es a espaldas del Congreso de la República. Por eso le dijimos: vamos primero con el presupuesto, luego miremos Ley de Garantías y después el presupuesto adicional (Ley de Financiamiento), el gobierno nacional no quiso y, por eso, por primera vez en la historia, en las comisiones económicas hundimos un Presupuesto General de la Nación”.
Cepeda anunció que la próxima semana se debatirá la Ley de Financiamiento que serviría de complemento al presupuesto que emitirá por decreto el presidente Gustavo Petro, sin embargo, desde ya, el senador anunció su voto negativo, porque mantiene su versión que no se puede aprobar más impuestos cuando aún ni se conoce el Decreto con las especificaciones. Algunos estiman que Petro lo firmaría por el monto inicial que fue presentado inicialmente de 511 billones de pesos, cuyo monto fue negado.