El proyecto de perforación del pozo Komodo-1, el más profundo del mundo con 4.000 metros bajo el mar, enfrenta importantes obstáculos regulatorios que han retrasado su desarrollo. Ecopetrol y Anadarko, los socios a cargo del proyecto, han manifestado que los requisitos impuestos por la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) dificultan la viabilidad del proyecto. Según los involucrados, las exigencias ambientales son demasiado elevadas para llevar a cabo los trabajos previstos para la eventual extracción de hidrocarburos.
La problemática comenzó a principios de 2024, cuando la ANLA suspendió el trámite de la licencia ambiental del proyecto Komodo-1. A finales de julio de ese año, la ANLA emitió el auto 005942 en el que se ordenó suspender los términos del trámite iniciado en enero.
Este proceso administrativo estaba relacionado con la solicitud de licencia para la perforación de hidrocarburos en el bloque COL-1, en el Caribe colombiano.
El Ministerio de Ambiente intervino para suspender temporalmente las actividades debido a la profundidad del pozo. Con un alcance de 4.000 metros, se consideró que las operaciones podrían tener un impacto incierto sobre la biodiversidad en esas profundidades.
La cartera de Medio Ambiente justificó su intervención indicando que era necesario realizar un análisis más exhaustivo de los posibles efectos ecológicos de la perforación en el Mar Caribe.
Tras varios meses de retrasos, en diciembre de 2024, la ANLA finalmente otorgó el permiso necesario para continuar con los trabajos de perforación en el pozo Komodo-1. A pesar de la autorización, la demora generó preocupaciones entre los expertos, quienes señalaron que el retraso no solo afectó el avance del proyecto, sino que también puso en riesgo las inversiones realizadas por las empresas involucradas.
Por su parte, Anadarko (Oxy), había proyectado iniciar la perforación en noviembre de 2024, pero ahora se ve obligada a reprogramar todo el cronograma de trabajo debido a los contratiempos ocasionados por la suspensión y los nuevos requisitos impuestos. Las petroleras esperan resolver los inconvenientes lo antes posible, aunque los plazos siguen siendo inciertos.