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Aviación

Cuando el tiempo vale oro

El imparable ascenso del negocio de la aviación privada mueve a nivel mundial más de 38 mil millones de dólares al año. Tiene a su disposición una enorme flota de aeronaves para satisfacer las exigencias del 1 % de la población global, que exige como prioridad desplazarse lo más rápido posible entre dos lugares

Orlando Andrés Cabeza Abril, CEO de Helistar / Foto: Hansel Vásquez - Alternativa

Es un mundo de los negocios donde se mezcla con gran acierto lujo y exclusividad. Donde se ofrece algo que no está a la mano para el resto de los mortales: el tiempo. De llevar a un alto ejecutivo a una convención de negocios cinco horas más rápido de lo que lo llevaría utilizar los servicios de un vuelo comercial. O desde la villa de descanso hasta su casa, evitando las engorrosas filas de inmigración, la incomodidad de las salas de embarque o la larga espera en los carruseles de equipaje.

Su crecimiento, de acuerdo con la prestigiosa empresa de consultoría y proveedora de estudios de mercadeo Fortune Business Insights, proyecta alcanzar los 60 mil millones de dólares hacia el año 2030. Un negocio cuyos principales clientes a nivel global está representado en el mundo del espectáculo, los deportes, la banca, las finanzas, así como el sector inmobiliario.

En ascenso

Colombia no es ajena a este exclusivo negocio. La aviación no regulada —vuelos chárteres— tuvo un crecimiento en el país del 23,5 % durante el año 2023, de acuerdo con las cifras oficiales de la Aeronáutica Civil.

Se movilizaron 9.965 pasajeros en jets privados y una de las rutas más frecuentes fue Bogotá-Miami, con 466 vuelos.

La empresa líder en el país que presta estos servicios de vuelos chárter es Helistar. Una compañía que nació hace 25 años y que ofrece en su amplio portafolio dos mercados: El primero, en helicópteros para el transporte de pasajeros y carga, que opera especialmente en el sector energético. El segundo, en jets, entre ellos el cotizado Gulfstream G500 de larga distancia, para el servicio de vuelos privados a nivel nacional como internacional, especialmente hacia Estados Unidos y Europa.

Orlando Andrés Cabeza Abril, CEO de Helistar / Foto: Hansel Vásquez - Alternativa

Asientos de piel, espacios con gran comodidad, cabinas insonorizadas, aeronavegabilidad de punta, equipos de entretenimiento de última generación, amplias ventanillas, forman parte de la flota de jets que ofrece Helistar a sus prestigiosos clientes. La compañía que tiene este servicio desde el año 2003 se lanzó a la conquista de un mercado muy exclusivo en el país, pero con enormes proyecciones de crecimiento a nivel internacional.

Al frente de esta unidad de negocios de Helistar está Orlando Andrés Cabeza Abril, el CEO de la compañía. Un joven de 28 años, administrador de empresas y con una enorme visión de proyección en la oferta de vuelos privados, que define en dos palabras: privacidad y tiempo.

“Nuestros clientes quieren tener un espacio de mayor privacidad en el momento que adquieren nuestros servicios. Quieren que sus procesos de migración en los aeropuertos sean lo más ágiles posible. Quieren un servicio a bordo de primera clase, que los llevemos a su lugar de destino lo más pronto posible. Y eso es lo que nosotros ofrecemos al cien por ciento”, señala con la convicción que el futuro inmediato será muy promisorio en este campo de los negocios de la aviación.

Sentado en su amplia y moderna oficina, este joven de apariencia tímida, que viste informalmente como cualquiera de su generación, pero eso sí, con prendas exclusivas de reconocidas casas de moda, como el servicio que ofrece, tiene bajo sus hombros la responsabilidad de consolidar y hacer crecer un mercado donde el lujo y la discreción van de la mano.

Orlando Andrés Cabeza. Foto: Hansel Vásquez - Alternativa

A partir del aumento de las tarifas de los tiquetes en vuelos comerciales, ocurrida unos meses después de la pandemia del covid-19, la aviación privada se ha convertido en una alternativa cada vez más atractiva y accesible para un selecto grupo de la sociedad. Las agrupaciones musicales, son cada día más asiduos clientes de los vuelos chárter. Estrellas de la música como Karol G, en su reciente gira mundial utilizó el versátil Gulfstream G500 de Helistar durante dos largos meses para desplazarse de un continente a otro.

También futbolistas como James Rodríguez, Radamel Falcao, son clientes frecuentes de Helistar para sus desplazamientos a Europa, a Estados Unidos. Junto a ellos, también empresarios, jefes de Estado, banqueros, que lo prefieren, por su seguridad, comodidad, discreción y rapidez, porque en este tipo de negocios, el tiempo es oro.

Las salas VIP forman parte del exclusivo servicio que ofrece Helistar a sus clientes. / Foto: Hansel Vásquez - Alternativa

La oferta

Orlando Andrés Cabeza señala que hoy la compañía tiene cuatro jets para atender la demanda de este tipo de vuelos privados que permiten cubrir rutas nacionales e internacionales y cuyos destinos pueden ser las principales ciudades de Europa, de Estados Unidos o de Latinoamérica.

El primero de ellos es un Dassault Falcon 2000S, con capacidad para 10 pasajeros que van cómodamente en sillas de piel, con servicio a bordo prestado por una auxiliar de vuelo y al frente de la aeronave dos experimentados pilotos. El segundo jet es un Hawker 900XP que tiene la capacidad de ofrecer vuelos hasta de 2.800 millas sin escala. Como por ejemplo un vuelo Bogotá a Nueva York.

Foto: Hansel Vásquez - Alternativa

La joya de la corona de la compañía es el Gulfstream G500, que realizó el primer vuelo en 1995 y fue el primer avión de negocios de ultra largo alcance. Gracias a su avanzada tecnología de vuelo, el avión puede viajar a casi cualquier parte del mundo sin tener que hacer una escala. Su cabina espaciosa con acabados de lujo, ofrece a sus viajeros una combinación entre trabajo —con servicio de WiFi a bordo— y una comodidad única para el descanso.

La cuarta aeronave es un King Air 350 turbo-hélice para cubrir rutas nacionales. Tiene la versatilidad de aterrizar en pistas cortas y una capacidad hasta para nueve pasajeros.

Cada aeronave cuenta con una tripulación conformada por tres pilotos, con una larga experiencia, que cumplen religiosamente los entrenamientos en simulador, así como los exámenes médicos de rigor. Además, de una auxiliar de vuelo bilingüe y experta en servicio a bordo de primera clase. “La compañía cuenta con la certificación Wyvern Wingman que es una de las más importantes a nivel de la aviación no regular y esto nos permite ofrecer nuestros servicios a clientes en Estados Unidos y poder tener operaciones en los aeropuertos estadounidenses”, señala Orlando Andrés Cabeza.

Para este joven empresario el mercado de los vuelos chárter está en constante ascenso cómo lo demuestran las cifras a nivel global. Por ello el siguiente paso que dará la empresa Helistar será en dos sentidos. Uno, ampliar su flota de jets con dos aeronaves más. Y dos, comenzar a explorar la posibilidad de abrir mercado en República Dominicana, que es uno de los puntos más estratégicos para el negocio aeronáutico. “Santo Domingo está ubicada en la distancia más cerca de Miami, más cerca de Europa, más cerca de varios de los países latinoamericanos. Y en este negocio el tiempo es oro”.