Sábado, 23 de noviembre de 2024 Suscríbase
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Economía internacional

Crecimiento económico marginal

Según la CEPAL nuestro Producto Interno Bruto crecerá únicamente 1,3 %, solamente por encima de Argentina que tendrá crecimiento negativo y muy lejos de las proyecciones que se hacían el año pasado sobre este período

Foto: Shutterstock

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) presentó recientemente un informe frente a las perspectivas de crecimiento económico de la región para el segundo semestre de 2024. Colombia se ubica en la lista de países de menor crecimiento económico.

Según la CEPAL nuestro Producto Interno Bruto crecerá únicamente 1,3 %, solamente por encima de Argentina que tendrá crecimiento negativo y muy lejos de las proyecciones que se hacían el año pasado sobre este período. Países como Costa Rica y República Dominicana crecerán 4 % y 5,2 % respectivamente. La región de América Latina crecerá en promedio apenas un 1,8 %.

El vocero del organismo, José Manuel Salazar-Xirinachs, que ocupa el cargo de secretario ejecutivo de CEPAL, dijo que el crecimiento en la región en general “se ve obstaculizado por una pérdida de poder adquisitivo de los hogares y por la postura restrictiva de la política monetaria”. Los bancos centrales han mantenido las tasas de interés en niveles altos para evitar el fenómeno miedoso de la inflación. Todos los gobiernos han señalado que este fenómeno afecta la demanda interna y en algunas industrias desincentiva la inversión.

El crecimiento positivo del trimestre anterior en nuestro país, se vio jalonado únicamente por dos de los diez sectores de la economía. El PIB creció 2,1 % anual en el segundo trimestre de 2024, muy por encima del primer trimestre cuando había sido del 0,8 %. El sector que más contribuyó al crecimiento de esta cifra fue la agricultura que corresponde a un punto porcentual. La demanda interna con 1,6 % y la inversión con 4,3 % mostraron signos de recuperación. En el caso de consumo de los hogares el indicador subió 1,5 %.

Mirando el lado negativo de la economía, se encuentran actividades con grandes problemas como el sector de explotación de minas y canteras que decreció 3,3 %, la industria de la información y comunicaciones continúa cayendo, esta vez fue -1,9 % y como era de esperarse el sector de la industria manufacturera cayó 1,6 %. Dentro de los sectores con caídas más significativas se encuentra la actividad de construcción de edificaciones residenciales y no residenciales, en esta ocasión cayó 2,8 %. La construcción lleva cuatro trimestres consecutivos con tendencia negativa.

Si bien es una buena noticia crecer para estar lejos de escenarios de recesión, el crecimiento que proyectó el DANE tiene un gran manto de duda en el sector que más presentó crecimiento y es la agricultura. Este importante motor de la economía colombiana contiene varios bemoles. En primer lugar, es bien conocido que el sector lechero atraviesa hoy por una gran crisis. Los insumos incluyen unos incrementos de precios para productores que se han vuelto insostenibles. El pasado Fenómeno de El Niño tampoco ayudó mucho a la reactivación de ese sector.

El año pasado la producción total nacional ascendió a 7.092 millones de litros de leche. Esta cifra, ya resulta baja comparada con las de años anteriores. El indicador más importante, el consumo per cápita ha venido cayendo sostenidamente desde la época de la pandemia. Se calcula que actualmente se consumen 140 litros de leche por habitante anualmente. Productores de leche de diversas regiones del país han realizado protestas para hacer conciencia en la población de la grave crisis de ese sector. Regiones como el Magdalena Medio han dejado de producir unos 25.000 litros de leche. ¿Cómo es posible que la agricultura crezca ante semejante panorama del subsector leche?Parte de la explicación es que dentro del sector agro se mezcla el movimiento de dinero que proviene del narcotráfico, que inevitablemente termina lavado e ingresa a la economía de alguna manera. Al tener liquidez, en ciertas regiones de Colombia, los sectores adyacentes a la producción agrícola se benefician parcialmente. Los cultivos de hoja de coca en Colombia siguen creciendo en diversos territorios a nivel nacional. Cada año que pasa (de los últimos cinco) el país alcanza récords de áreas dedicadas a este producto base de la cocaína. Hoy tenemos aproximadamente 250.000 hectáreas en todo el territorio, aunque las cifras oficiales difieren de las de observatorios y entidades internacionales.

Según el Informe Global sobre Cocaína presentado por Naciones Unidas el año pasado, el cultivo mundial de coca refleja que Colombia, Perú y Bolivia son los tres mayores productores de coca de todo el mundo. La distribución por diferentes regiones es otra cosa, pero los grupos paramilitares, disidencias, guerrillas y bandas hacen parte de la cadena en el origen, asociados con organizaciones multinacionales que distribuyen el producto final por todas las latitudes.

Ojalá se pudiera desligar la economía nacional de este fenómeno, pero parece estar entrelazado desde la época de los carteles de Cali y Medellín. Nuestro crecimiento resulta marginal si se descuenta esta actividad, lo cual debería llevar a grandes reflexiones a los economistas que dirigen los destinos de este país.