Los bloqueos que mantenían cerradas las entradas a las centrales hidroeléctricas Paraíso y Darío Valencia en el municipio de Mesitas del Colegio, en Cundinamarca, fueron levantados después de un acuerdo alcanzado entre los manifestantes y la empresa Enel. La medida había afectado el normal funcionamiento de estas instalaciones, generando inquietud por el impacto en la generación de energía.
El ministro de Minas y Energía, Andrés Camacho, explicó que el acuerdo fue posible gracias a un “diálogo tripartito”, en el que participaron representantes del gobierno, la empresa y los manifestantes. Durante las negociaciones, se firmó un convenio que incluye el inicio de obras viales en la región y la ampliación de una mesa de diálogo con otras comunidades afectadas.
Camacho resaltó la importancia de este acuerdo, señalando que “desde el gobierno del cambio mantenemos el diálogo social como principio de construcción de democracia y garantizamos la seguridad energética en el país”. Estas declaraciones subrayan el enfoque del gobierno hacia la resolución de conflictos a través de la comunicación abierta y el compromiso con la estabilidad del sector energético.
Por su parte, Enel emitió un comunicado en el que detalló que, tras el levantamiento de los bloqueos, iniciará el proceso de restablecimiento de las centrales hidroeléctricas afectadas. Según la empresa, el tiempo estimado para retomar la totalidad de la capacidad de generación de energía en la cadena Paraíso Guaca es de aproximadamente dos días.
Las autoridades locales, junto con los representantes de Enel, habían estado trabajando en una solución para poner fin a las protestas, que comenzaron como un reclamo por obras de infraestructura y mejoras en la zona. A pesar de la resolución del conflicto, los habitantes de Mesitas del Colegio habían señalado previamente que sus demandas no se limitaban a la recuperación de los accesos, sino que también incluían la atención a sus necesidades de infraestructura y servicios básicos.
El acuerdo alcanzado abre un canal de comunicación entre las partes, pero también deja abierta la posibilidad de nuevos encuentros, dado que la ampliación de la mesa de diálogo contemplará a otras comunidades en situaciones similares. La empresa y el gobierno mantienen su compromiso de seguir trabajando en soluciones que beneficien tanto a las comunidades como al sector energético.