La jornada de este sábado en los cuadrangulares de la Liga BetPlay se vio empañada por actos violentos en el Estadio Deportivo Cali, donde el partido entre Deportivo Cali y Junior de Barranquilla fue suspendido debido a la invasión de campo por parte de los hinchas azucareros.
El encuentro, que iba 2-0 a favor de Junior, tuvo que ser interrumpido a los 75 minutos, luego de que los seguidores del Deportivo Cali reaccionaran de manera violenta ante las decisiones arbitrales. La expulsión de Gustavo Adrián Ramírez generó controversia desde los primeros minutos, exacerbando la tensión en el estadio.
El punto álgido llegó cuando, con Junior liderando 2-0, el VAR anuló un gol que hubiera acercado al Cali en el marcador. La reacción de la hinchada llevó a la invasión del campo, forzando la suspensión definitiva del juego.
El incidente prolongó el caos, ya que los jugadores y árbitros no pudieron abandonar la cancha debido a los daños causados por los seguidores azucareros al túnel que conduce a los camerinos. La llegada tardía de la policía contribuyó al descontrol, y la posterior escolta a los jugadores y árbitros resultó infructuosa, con objetos impactando en sus rostros a la salida del campo.
Tras el tumulto, los protagonistas finalmente pudieron abandonar la cancha, dejando a Deportivo Cali enfrentándose a posibles sanciones por los eventos ocurridos. La Liga BetPlay y las autoridades competentes deberán abordar este lamentable episodio de violencia en el fútbol colombiano.