El ambiente previo al partido entre la Selección Colombia y Bolivia, por la novena jornada de las Eliminatorias al Mundial 2026, ha sido tenso debido a un incidente inesperado que alteró la preparación del equipo colombiano.
El técnico Néstor Lorenzo denunció que el equipo fue espiado durante uno de sus entrenamientos en Cochabamba, lo que ha generado gran preocupación en el plantel. Durante una rueda de prensa, Lorenzo afirmó que tienen evidencia fotográfica del incidente, aunque no reveló detalles sobre los responsables. “Es una ruptura al plantel”, expresó con molestia, adelantando que se tomarán las medidas correspondientes.
Más allá del malestar, la atención del equipo está enfocada en las difíciles condiciones del duelo en El Alto, donde la altitud de más de 4,000 metros sobre el nivel del mar será un desafío clave. Lorenzo subrayó la importancia de adaptar el plan de juego a las circunstancias: “Es un partido con circunstancias especiales”. Los efectos de la altitud no solo influirán en el rendimiento físico, sino también en el comportamiento del balón, lo que obliga a Colombia a ajustar su estrategia para mantener el control del juego.
A pesar de las dificultades, Lorenzo fue claro sobre las intenciones del equipo: “Colombia viene a jugar y a ganar”. El enfoque será mantener la posesión y adaptarse al rival y al entorno, mientras el plantel busca sobreponerse tanto a los desafíos en el campo como a las distracciones externas.