La derrota de Colombia por 1-0 ante Argentina en la final de la Copa América provocó desórdenes la noche de este domingo en varios lugares de Bogotá y municipios vecinos en los que se habían concentrado miles de personas para ver el partido.
Uno de los brotes de violencia se dio en el Parque de la 93, donde se reunió una multitud para ver el partido en pantallas gigantes, pero tras la derrota estallaron riñas entre algunos asistentes y con la Policía.
Incluso desde antes del comienzo del partido hubo peleas entre asistentes debido a que llegó más gente de la que se esperaba, lo que sumado al consumo de licor dio pie a riñas y discusiones.
También hubo grescas en la plaza central de Soacha, municipio al sur de Bogotá, que obligaron a la intervención de la Policía y algunas personas denunciaron en las redes sociales violencia y exceso de fuerza por parte de los uniformados que intentaban controlar a los borrachos.
Para prevenir brotes de violencia por el partido, las autoridades de Bogotá y otras ciudades colombianas reforzaron el pie de fuerza policial este domingo y pusieron en marcha operativos para controlar el consumo de alcohol.
El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, informó que, para garantizar la seguridad, se reforzó la vigilancia en la ciudad con 2.500 miembros policías.
"El llamado es al respeto para que disfrutemos en paz, con tolerancia esta fiesta, que disfrutemos y no tengamos cosas que lamentar. Es una gran responsabilidad para todos", manifestó Galán el domingo por la mañana.