El entrenador del Paris Saint-Germain, Luis Enrique Martínez, se mostró optimista de cara a la vuelta de las semifinales de Champions ante el Borussia Dortmund, con un gol de ventaja en la eliminatoria, y confesó que "la única frase" que sabe en francés es "'on va a gagner'" (Vamos a ganar), al mismo tiempo que advirtió que deberán estar "100% concentrados" para avanzar a una final que "se juega muy pocas veces" en la carrera de un jugador o un entrenador.
"Es la única frase que sé en francés. 'On va a gagner' (vamos a ganar), perdón por mi acento asturiano", afirmó en la rueda de prensa previa al encuentro de este martes en el Parque de los Príncipes entre galos y alemanes, que se fueron de su estadio con un 1-0 a favor.
El técnico aplaudió que su equipo afronte el encuentro con la "mentalidad perfecta", es decir, "estar preparado para que las cosas no vayan bien y para darle la vuelta". "Que esas situaciones no te afecten o te afecten lo menos posible, y que seas capaz de rendir. Nosotros llevamos toda la temporada arbitrando los partidos a nuestros jugadores desde la injusticia deportiva, es decir, el balón sale fuera, sigue; hay una falta, sigue. Yo no sé lo que va a pitar el árbitro, no te quejes, compite todo el año. Están preparados, el equipo luchará", dijo.
"Yo sé el partido que vamos a intentar jugar y, a partir de aquí, el resultado marcará la actitud del rival. Pero nuestra mentalidad es la de jugar el partido de la misma manera, independientemente de si podemos darle la vuelta durante el partido. El objetivo es intentar ser mejor que el rival, generar más ocasiones de gol y ganar el partido", analizó Luis Enrique.
Y es que el asturiano defendió que no deben arrancar el duelo pensando que tienen que "ganar por dos goles", porque el objetivo es "ganar". "Ese es el primer objetivo, porque si uno piensa en que tiene que marcar dos goles, queda como lejos. No hay que marcar dos, hay que marcar uno y ganar el partido", expresó.
"En el fútbol lo hemos visto, especialmente en este tipo de partidos, dos goles se marcan en tres minutos, pero también puede sufrir dos goles en tres minutos. Eso implica que hay que jugar al 100% concentrados. Va a ser un partido parecido al de la ida, disputado, igualado, con dos rivales muy buenos", agregó.
Y es que el botín es muy valioso para Luis Enrique: estar en la final del 1 de junio en Wembley. "Ahora nuestro objetivo es claramente alcanzar una final de Champions, que se juega muy pocas veces en la carrera de un jugador o de un entrenador, y antes de eso, de poder llegar a esa final, tienes que ser mejor que un gran equipo como el Dortmund", comentó.
E intentó quitarle importancia a una eliminación en semifinales de la Liga de Campeones, porque "continúa la vida" y "saldrá el sol". "Cuando sale el sol en París es maravilloso", bromeó. "Si no pasamos a la final, aplaudiremos al rival, aunque no lo merezca, le felicitaremos, nos levantaremos al otro día jodidos, pero con orgullo, pensando en que me levanto otra vez y lo vuelvo a intentar, y el año que viene volveré a intentar estar en la final, ese es el objetivo", auguró.
El asturiano confesó que "ha sido una semana muy buena" de entrenamientos, con una última sesión "más de ocio, de diversión, de relax, de pensar en lo afortunados" que son "de poder jugar unas semifinales de Champions". "Y mañana ya será el día de la fiesta, el día de disfrutar de nuestros aficionados y el día de competir", manifestó.
"El papel de la afición mañana va a ser vital, como a lo largo de la temporada. Tenemos la garantía plena de que nuestra afición va a estar 'a full' con nosotros. Si miramos el ambiente que hubo en el anterior partido en Dortmund, fue muy bonito, y mañana espero el mismo ambiente de siempre en el Parque de los Príncipes", deseó sobre el papel de la afición.
Finalmente, explicó que pide a los delanteros que "lleguen los menos balones posibles atrás", basándose en un planteamiento "muy básico, muy simple, pero muy didáctico". "Todos somos un equipo, y en una orquesta cada uno toca un instrumento, pues en el fútbol igual. Los jugadores, aunque sean muy buenos y estrellas mundiales, tienen que ayudarnos a defender", dijo sobre la función de Mbappé.
"Cada partido es totalmente diferente, depende de dónde defienda el rival. Hay veces que un rival está replegado en su campo, pero hay espacio entre líneas y los jugadores pueden participar por dentro. Hay veces que los rivales se encierran y acabas desbordando por afuera. Hay rivales como el Dortmund que nos van a presionar alto seguro. Cuanto más participen nuestros mejores jugadores, mejor", concluyó.