Los disturbios en El Campín durante el partido entre Santa Fe y Tolima empañaron lo que debería haber sido una jornada deportiva pacífica y emocionante. A pesar del ambiente festivo y del estadio lleno, algunos aficionados del Tolima causaron problemas al arrancar y lanzar sillas hacia los seguidores de Santa Fe en la tribuna oriental.
Estos actos de violencia provocaron momentos de tensión en el estadio, especialmente para las familias presentes, que tuvieron que protegerse de las agresiones. El árbitro Wílmar Roldán se vio obligado a detener el partido durante unos minutos mientras las autoridades intervenían para controlar la situación.
Según nuevos videos difundidos en redes sociales, los disturbios fueron desencadenados por el robo de una bandera del Tolima en la tribuna norte, lo que generó enfrentamientos entre los hinchas de ambos equipos.
A pesar de la interrupción del partido, al final terminaron empatados 1-1. Sin embargo, estos incidentes son una clara muestra de que la violencia en el fútbol sigue siendo un problema que afecta a la seguridad de los espectadores y la integridad del deporte.