La NFL podría presenciar uno de los regresos más sorprendentes de la temporada, ya que el experimentado quarterback Aaron Rodgers, de los New York Jets, podría volver a la acción en el juego de la semana 16 contra los Washington Commanders el próximo 24 de diciembre. Rodgers sufrió una rotura del tendón de Aquiles en la semana uno de la temporada 2023-2024, pero su asombrosa recuperación ha abierto la posibilidad de un regreso anticipado.
A pesar de que se pensó que la lesión lo dejaría fuera durante toda la temporada, Rodgers ha demostrado una notable recuperación después de someterse a una cirugía. La fecha límite para que los Jets lo coloquen en la lista activa del equipo es el próximo miércoles, y las señales indican que podría estar listo para el enfrentamiento contra los Commanders.
El veterano de 40 años, quien pasó 18 temporadas con los Green Bay Packers antes de unirse a los Jets para la temporada actual, se lesionó en la primera serie del juego de la semana 1 ante los Bills el pasado 11 de septiembre. Aunque inicialmente se pensó que estaría fuera por el resto de la campaña, su rápida recuperación ha sorprendido a todos, incluido el entrenador de los Jets, Robert Saleh.
"Parece normal su desempeño en el campo, su rápida recuperación ha sido increíble", expresó Saleh después de observar los entrenamientos de Rodgers.
Los Jets evalúan la posibilidad de que Rodgers regrese a liderar el equipo en el crucial juego del próximo domingo contra los Commanders. Sin embargo, para que este regreso sea posible, los Jets deben vencer a los Miami Dolphins en el juego de la semana 15.
Un triunfo ante Miami dejaría a los Jets con un récord de seis victorias y ocho derrotas, lo que abriría la puerta para una remontada hacia los playoffs. El equipo confía en que, con Rodgers a la cabeza, podrían vencer en fila a los Commanders, Browns y Patriots, cerrando la temporada con nueve victorias y seis derrotas, lo que les daría el boleto a los playoffs.
En caso de que Rodgers juegue el 24 de diciembre, establecería un récord como la recuperación más rápida de una rotura de tendón de Aquiles en la NFL, con tres meses y dos semanas, superando el regreso de Cam Akers con los Rams en 2021, que fue de poco más de cuatro meses.