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Bogotá

Desmantelado call center para extorsionar en la cárcel La Modelo de Bogotá

Incautaron teléfonos, armas y libretas de extorsión. Más de 500 personas habrían sido víctimas.

Fotos: Secretaría de Seguridad de Bogotá

Las autoridades desmantelaron el que sería el mayor call center de extorsión operado desde una cárcel en el país. La operación tuvo lugar en el patio 2B de la cárcel La Modelo, ubicada en Bogotá, donde los internos habrían estado utilizando este espacio como un centro de llamadas para ejecutar distintas modalidades de extorsión.

Dentro del área intervenida, los oficiales hallaron una significativa cantidad de equipos de telecomunicaciones y otros elementos ocultos. “En colchones, baños y otros espacios se encontraron 58 celulares, 77 tarjetas SIM, libretos y armas cortopunzantes”, informó la Secretaría de Seguridad.

Los teléfonos y otros dispositivos permitían a los internos realizar llamadas a posibles víctimas, ejecutando un elaborado plan de extorsión desde el interior del penal.

Según las autoridades, los detenidos empleaban varias tácticas para estafar a sus víctimas, una de ellas era la suplantación y otra, la llamada ciberextorsión. En una de las estrategias, se contactaba a familiares de una supuesta “víctima” de accidente de tránsito, solicitando dinero para evitar complicaciones legales o médicas. Con esta modalidad, lograban convencer a personas desprevenidas para que transfirieran fondos a cuentas controladas por los implicados.

El alcalde de Bogotá, Carlos Fernando Galán, confirmó la magnitud de la operación y señaló a Jorge Vargas, alias ‘El Cansón’, como el líder de este call center de extorsión.

“Usaban varias figuras de extorsión. Uno era la ciberextorsión, otra era la de suplantación donde se hacían pasar por una organización criminal para extorsión y también falsos accidentes de tránsito”, indicó Galán. Según el mandatario, el esquema llegaba a recaudar millones de pesos semanalmente.

Se estima que el número de personas afectadas por estas actividades supera las 500 víctimas, en su mayoría familiares de las supuestas “víctimas” que, creyendo en la urgencia del caso, accedían a las peticiones de los estafadores. Con el desmantelamiento de este call center, las autoridades esperan disminuir los casos de extorsión y fortalecer la seguridad dentro de los centros penitenciarios del país.