Con un público entregado, que fue llegando ininterrumpidamente desde la apertura de puertas, comenzó este sábado en Bogotá la edición número 27 del festival Rock al Parque, y se prolongó hasta el lunes 13 de noviembre.
Rock al Parque, el festival gratuito más grande de Latinoamérica, recibió a los grupos con centenares de espectadores que cubrieron de negro el Simón Bolívar, el parque más extenso de la capital colombiana.
Particularidades típicas del género musical del rock como la mano cornuda al término de cada canción y los primeros compases de mosh, habitual baile de los roqueros que consiste en saltar, mover la cabeza y lanzarse unos contra otros, fueron la tónica predominante de esta edición.
A diferencia de las anteriores ediciones en las que la lluvia fue la nota predominante en términos meteorológicos, el sol y el buen tiempo recibieron al Festival de la mejor manera este año.
Los abundantes puestos de comida y la apuesta ya habitual en todos los conciertos en Bogotá por el reciclaje y la conservación del medioambiente fueron otros aspectos importantes de las entrañas del festival que permitió al público tener una experiencia única.