El rector de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia de Colombia (UNAD), Jaime Alberto Leal, reivindica “un espacio donde el colombiano y la colombiana entiendan el valor de su nacionalidad y su cultura” en su tercer libro, 'Colombianitud', en el que el autor explora los entresijos de la identidad nacional en su país.
Leal señala que Colombia es “un pueblo que debe sentirse orgulloso de sus raíces”, en ocasiones eclipsadas por los estigmas sobre “escenarios de violencia” y “narcotráfico” en su territorio.
“Lo colocan como ejemplo de la maldad en el mundo, cuando es todo lo contrario, es la bondad”, declara el académico, que define al colombiano como “un ser humano lleno de calidez, inteligencia y de disciplina”.
La identidad colombiana, aclara el autor, no se basa –ni debe basarse– en la unificación cultural de la nación, sino que se alimenta de la diversidad del territorio donde abundan comunidades “indígenas y afrocolombianas” con tradiciones propias.
“Somos un país de regiones”, reflexiona el rector de la universidad a distancia más grande de Colombia, quien también aboga por la protección de las más de 92 etnias que componen el país y que también encarnan la identidad colombiana.
Leal concibe la diversidad como un factor intrínseco de la sociedad colombiana, fruto del mestizaje cultural que la nación latinoamericana ha experimentado a lo largo de su historia.
Las raíces colombianas “nacen en los aborígenes precolombinos, luego están en lo que dejan los españoles y lo que van transmitiendo otras culturas que llegaron esclavas”, añade el académico, que trabajó durante más de treinta años en la publicación de esta nueva obra.
El objetivo del libro, que llegará a España en octubre, es "invitar" a la ciudadanía de su país "a abrir un nuevo debate” sobre lo que implica ser colombiano.
El rol de la educación en la preservación de la identidad colombiana
Leal, rector de la UNAD desde hace más de veinte años, enfatiza el rol de una educación “inclusiva” como elemento clave en la construcción y preservación de la identidad colombiana, pues es a través de ella se transforma a aquellos “niños y jóvenes que en treinta años serán los nuevos dirigentes” del país.
El autor insta a sus compatriotas a preguntarse sobre su futuro, “¿qué queremos ser los colombianos y colombianas en los próximos cincuenta o cien años?”, y aboga por adaptar la educación del país a ese mismo interrogante.
El académico también cree necesario que los niños y los jóvenes tengan un “pensamiento solidario para creer y trabajar por una mejor sociedad” en la que se construyan identidades nacionales que defiendan valores como la “igualdad”.
Leal realza el valor de una educación inclusiva que mire por los desafíos actuales en materia social: “Si la educación no lee la pobreza, el problema ambiental que tenemos, o el hecho de la violencia, indudablemente, seguiremos haciendo más de lo mismo y esto al final denota una ignorancia atrevida”.