En el 2030 se cumple el centenario de la realización del primer Mundial de fútbol de la historia, que se disputó en Uruguay. Para celebrarlo, este país junto con Argentina, Paraguay y Chile anhelan que el torneo de ese entonces se juegue en territorio suramericano.
La presentación se hizo en un acto público en la sede de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) en la localidad bonaerense de Ezeiza, la cual contó con la presencia de importantes dirigentes del deporte de la región entre ellos, Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol; Claudio «Chiqui» Tapia, titular de AFA y Sebastián Bauzá, secretario nacional de Deporte de Uruguay; este último insistió en la idea de que la FIFA debe «festejar el Mundial donde nació el mundo» y que esa cita, la de 2030, será «diferente a la de los últimos años», porque deberá ser un Mundial «sustentable».
A excepción de Paraguay, los otros países candidatos ya han sido sede en ediciones anteriores del máximo certamen de fútbol del mundo, por lo que cuentan con la experiencia a la hora de organizar eventos de esta magnitud.
Momentos previos al acto de presentación, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, publicó en su cuenta de Twitter un mensaje en el que pidió sumar a Bolivia entre los organizadores y donde además celebró la posibilidad de que Argentina vuelva a ser sede mundialista.
Por el momento, la candidatura sudamericana compite con la de España y Portugal, países que recientemente invitaron a Ucrania a sumarse a un proyecto que la UEFA apoya.
Además, Grecia, Egipto y Arabia Saudí también han mostrado su interés por organizar la cita mundialista, aunque todavía no han formalizado su propuesta. La FIFA deberá dar a conocer su decisión sobre la sede del Mundial 2030 en el Congreso de 2024.