La Universidad de Maryland, en Baltimore, anunció este lunes que David Bennett, de 57 años y habitante de ese estado de la unión americana, se convirtió en el primero en el mundo en ser sometido a este procedimiento que podría alargar su vida.
Bennett, paciente de una enfermedad cardíaca terminal, tenía el corazón de cerdo como la única opción disponible para él, dado que, según los especialistas ya no era apto para un trasplante de corazón convencional ni para una bomba cardíaca artificial.
«Era morir o hacer este trasplante. Quiero vivir. Sé que es un tiro al aire, pero es mi última opción», dijo Bennett, citado en el comunicado de la institución universitaria, que realizó la operación luego de recibir la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. (FDA, en inglés) el 31 de diciembre.
Para adelantarlo, fue necesario eliminar del cerdo donante tres genes que explican el rechazo de los humanos a los órganos porcinos e insertarle seis genes humanos responsables de la aceptación inmunitaria. También se eliminó un gen para evitar el crecimiento excesivo del tejido cardíaco porcino.
Hasta ahora, se habían puesto válvulas cardíacas de cerdos a humanos -algo relativamente habitual ya desde hace varios años- y en octubre pasado se hizo con éxito el trasplante de un riñón de cerdo modificado genéticamente a una mujer en Nueva York.
Tres días después del procedimiento, que tardó más de ocho horas, Bennett parece estar respondiendo bien al corazón porcino. Sin embargo, tendrá que permanecer bajo estricta vigilancia médica durante varias semanas para atender complicaciones y verificar posibles problemas del sistema inmunitario.
El avance es importante porque, “sencillamente, no hay suficientes corazones humanos de donantes disponibles para atender la larga lista de posibles receptores», dijo el cirujano Dr. Bartley P. Griffith.
«Estamos procediendo con cautela, pero también somos optimistas de que esta cirugía proporcionará una nueva e importante opción para los pacientes en el futuro», agregó.