Esta compañía, que lidera el mercado de los frutos secos, acaba de lanzar dos nuevos productos dentro de la línea que mezcla lo saludable y lo ancestral para satisfacer a quienes buscan alimentarse mejor.
Si algo ha dejado claro la pandemia es la necesidad de darle prioridad a un estilo de vida equilibrado y saludable, que permita hacerles frente a embates inesperados como el de la covid-19 o a males más comunes, que suelen quitar años de vida sin que las personas se den cuenta.
A la larga, la mejor medicina es una alimentación sana y equilibrada. Eso lo ha entendido bien una parte importante de la humanidad que, a raíz de la emergencia sanitaria y los confinamientos derivados de ella, entró en esta tendencia, que venía ya cautivando adeptos de manera veloz y de todas las edades.
Las industrias de alimentos pueden dar testimonio de este cambio. Manitoba, la empresa vallecaucana líder en el mercado de comestibles con frutos secos como ingrediente esencial, es un ejemplo de la adaptación a él.
La compañía de los hermanos Gustavo Adolfo y Javier Ignacio Llano, con más de 40 años de historia, amplió en 2018 su capacidad productiva en Yumbo (Valle del Cauca) con una planta de 10.000 metros cuadrados, diseñada para producir hasta 1.200 toneladas cada mes y dotada de tecnología de punta. Hoy es una de las más modernas y avanzadas de Latinoamérica, entre las de su nicho.
Manitoba no se limita a empacar los frutos secos, sino que también los transforma para generar experiencias nuevas a los consumidores, destacan los responsables del área de Mercadeo. Y las condiciones tecnológicas nuevas le ha permitido afianzarse en esa idea. Por ello, en medio de la pandemia, se atrevieron a lanzar una nueva línea de productos bautizada con el nombre de “Consciente”, palabra en la cual se conectan dos conceptos: el de lo saludable y el de la ancestralidad.
Los alimentos heredados de los antepasados indígenas, que tienen plena conexión con la tierra y son de alto valor nutricional, marcan la diferencia en esta línea. Al lado de las almendras, los marañones y el cacao están la chía, la quinoa, los garbanzos y el acai como complementos perfectos.
Se espera que al finalizar el año esta línea saludable signifique el 25 % de la facturación de Manitoba.
La línea se caracteriza por un alto contenido en fibra y proteína, y para conservar su naturalidad y sus propiedades funcionales, los productos son horneados, no tienen azúcares añadidos, ni colorantes o saborizantes artificiales. Tampoco contienen conservantes y son bajos en sodio.
Los productos traen múltiples beneficios. Contribuyen a mantener la salud del corazón y a proteger los huesos y los músculos. Aportan también nutrientes para la piel y el cabello y brindan antioxidantes para las células. Los frutos secos son fuente de energía y grasas saludables, ayudan al sistema nervioso y a la memoria, e igualmente son útiles para el objetivo de mantener un peso saludable.
Hace poco, por ejemplo, Manitoba lanzó dos nuevos productos de esta línea saludable: uno de almendras naturales y otro que mezcla el sabor de las almendras con cacao y acai. Ambas presentaciones aportan fibra, proteínas, antioxidantes, vitamina E, grasas omega 3 y magnesio. El cacao –de origen y al 53 %– utilizado se produce de manera artesanal en Colombia.
El que contiene cacao y acai provee, además, vitaminas A, C y complejo B y una gama de ácidos grasos beneficiosos para la salud cardiovascular.
La línea también incluye cremas de marañón, maní y almendra; mezclas de garbanzos y quinoa, cacao de origen y pretzels, y avellanas y nuez de nogal. Así mismo, productos con frutos secos para las ensaladas de frutas y vegetales que, en consonancia con los cambios de hábitos del consumidor, ya no son para muchos un plato complementario, sino el principal. “La acogida de la línea Consciente, que ya tiene una decena de presentaciones, ha sido grandiosa”, afirman los encargados de Mercadeo en Manitoba, pese a que, por la pandemia, no se ha hecho el despliegue habitual de actividades para presentar y promover cada nueva referencia.
Buenos para la salud y el bolsillo
Sus productos tienen –salvo en un par de casos, por el costo de los insumos– los mismos precios de las líneas clásicas, que son, a propósito, muy competitivos.
El foco inicial de la línea es el público entre los 18 y los 35 años, pero con la generación de conciencia en los adultos sobre la necesidad de cuidarse con cualquier alimento la empresa le apuesta a que sus productos se vuelvan un hábito para los mayores de 45 años.
“Estamos cubriendo dos tipos de consumidores: uno que busca diversión e indulgencia y otro, más enfocado en la línea Consciente, de personas altamente cuidadosa con los ingredientes y preocupadas por comer sano, sin azúcar, sin sal y sin grasas saturadas”, puntualiza una vocera del área de Mercadeo.
“Creemos que los dos van a estar paralelamente vigentes, pero con un alto crecimiento del consumidor que privilegia lo saludable presente en productos únicos en el mercado”, agrega.
Con las dos nuevas presentaciones de la línea, Manitoba completa un portafolio de más de 330 referencias, que se comercializan en cerca de 1.900 puntos de venta en todo el país y se exportan a más de 12 países, incluidos Ecuador –el principal destino en el exterior–, México, Bolivia, Cuba, Salvador, Perú, Panamá y Paraguay.
La línea Consciente de Manitoba se ubica en un mercado con tendencia clara a crecer y el objetivo es que al finalizar 2021 represente el 25 % de la facturación de la compañía.