En Colombia han aumentado en las últimas semanas los casos de viruela símica, de hecho un reciente informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que nuestro país está entre los más afectados por la enfermedad. La Revista Alternativa consultó al doctor Carlos Álvarez, médico especialista en Infectología Clínica para conocer más sobre este virus.
Revista Alternativa
¿Es un virus nuevo o ya se tenía registro de su existencia?
Dr. Carlos Álvarez
Se tiende siempre a comparar los brotes epidémicos en este caso la viruela símica con la COVID-19 porque ambas son brotes y en el caso de la viruela símica hace poco la OMS la declaró de vigilancia estricta. La gente piensa que son dos cosas parecidas pero recordemos que cada epidemia y cada brote tienen connotaciones diferentes. En Colombia hemos tenido en los últimos 10 años, brotes de chikunguña o zika que eran diferentes porque necesitan un vector, un mosquito para trasmitirse.
El virus del SARS CoV-2, se trasmite por aerosoles y el caso de la viruela símica tiene varias diferencias que quiero resaltar: la primera es que son virus diferentes, significa que uno es ARN y el otro es ADN, eso tiene una importancia clínica para la población, los virus de ADN mutan menos, entonces no van haber tantas mutaciones y tantas variaciones como ocurre con el SARS CoV-2. Los segundo es que es un virus pesado y por lo tanto no se queda en el aire, entonces la posibilidad de que se trasmita por aerosoles es extremadamente baja. Se trasmite por contacto estrecho, directo después de haber estado a menos de un metro de distancia, cara a cara, con las góticas podría trasmitirse pero lo que estamos viendo con este nuevo brote es que se trasmite principalmente por contacto estrecho, muy estrecho incluso íntimo y algunas veces asociado a relaciones sexuales.
Lo tercero es que no es un virus nuevo, es un virus que ya conocíamos, se había detectado hace más de 60 años, el virus se conoció en 1950 y desde 1970 se han presentado brotes, especialmente en África. Se sabe cómo se transmite, cuales son sus complicaciones y hay una ventaja afortunadamente con esta variedad que tenemos en este momento circulando desde el mes de mayo, y es que al parecer se trasmite más fácilmente pero no tiene la letalidad que sus antecesores. Sin embargo esto no quiere decir que no tengamos que ponerle cuidado y atención, probablemente un cuidado y atención diferentes a lo que estamos acostumbrados a ver con el virus del SARS CoV-2 porque no necesariamente por no ser letal significa que no deje secuelas en la población, ese es un punto importante que tenemos seguir trabajando en la mitigación y el control del virus.
¿Hay que prender las alarmas por el número de casos registrados hasta hoy?
Cuando hablamos de motivo de alarma es que esto vaya a colapsar el sistema sanitario o los hospitales, por ahora no es un motivo de alarma, es un virus que en principio está contenido en grupos poblacionales, potencialmente podría controlarse, es decir que se contenga el brote y desaparezcan los casos, eso podría ser posible siempre y cuando hagamos una búsqueda temprana de los casos, se aíslen y adicionalmente se busquen los contactos. Pueda también que eso no se logre, es posible que no se pueda contener y que nos acostumbremos a vivir con ese virus como ha sucedido con otros como el zika o el chikunguña que no desparecieron, se quedaron aquí. Es posible que estos virus puedan quedarse pero como no es un virus letal probablemente no es motivo para una gran alarma, sin embargo hay que tener en cuenta las medidas de precaución, en este momento que circula por algunas poblaciones en Bogotá y en otras ciudades importantes del país.
¿Los casos reportados son nativos del país o corresponden a personas infectadas en el exterior que luego llegaron a Colombia?
La mayoría de casos son de personas que han estado por fuera y tuvieron contacto con individuos en el exterior, pero pueda que también hayan pacientes que aún no tienen un estudio epidemiológico y podrían tratarse de episodios de transmisión comunitaria, es decir que haya personas que no sabemos cómo se infectaron, teniendo en cuenta que una de las condiciones de transmisión es el contacto íntimo. A veces no es tan fácil hacerle seguimiento en los cercos epidemiológico y también hay una situación particular que al comienzo una persona puede transmitirlo cuando está en la fase de pródromo, es decir cuando aún no tiene los síntomas floridos, es una dificultad que también hace difícil la contención de casos.
Foto: Ricardo Otero
¿A quiénes se les van aplicar las vacunas que están próximas a llegar al país?
Tengo entendido que se están haciendo negociaciones entre el Ministerio de Salud y algunas empresas fabricantes de vacunas. A diferencia de la emergencia de la COVID-19 ya existen vacunas contra este virus, no en la cantidad necesaria porque nadie se esperaba un brote pero ya hay vacunas estudiadas, ahorita están en la fase de aumentar la producción para poder tener existencias disponibles para una mayor cantidad de personas.
Hay unas limitaciones con el número de vacunas, probablemente lo que va pasar es que se le dé prioridad a las personas que tienen más riesgo y se podrían dividir en dos grupos, las personas que tienen más riesgo porque tuvieron contacto con una persona positiva, esto se ha utilizado en algunos países, si se coloca la vacuna en los primeros cuatros días podría disminuir la posibilidad de complicaciones. También si vemos que es una enfermedad o una infección que se está trasmitiendo principalmente por conductas sexuales de riesgo, la prioridad será aquellas personas que tengan conductas sexuales de riesgo porque de esta manera podría mitigarse
Hay un punto a favor y es que las personas que fueron vacunadas anteriormente contra la viruela humana que básicamente en Colombia fue hasta 1977 o 1980, pueden tener una protección cruzada, es decir en este caso la población de 40 a 45 años estaría parcialmente protegida o protegidos completamente por esta posibilidad de protección entre la vacunación contra la viruela humana y la viruela símica.
¿Qué medidas se están implementando para evitar la propagación del virus?
Tres aspectos importantes que se deben hacer, uno es la detección temprana, que haya una posibilidad para que las personas sean cosientes del posible contagio, lo segundo es que consulten tempranamente y adicionalmente los médicos y el sistema de salud estén preparados técnicamente para hacer el diagnóstico y orientarlo.
Dentro del diagnóstico es necesario tener a donde enviar las muestras de laboratorio para poder confirmar, en eso creo que una de las ventajas que dejó la emergencia de la COVID-19, fue unos laboratorios de salud pública robustos en los diferentes territorios de los departamentos que permiten hacer diagnósticos de biología molecular, lo que técnicamente llamamos las PCR, que es una técnica molecular no especifica para covid pero la misma máquina puede servir para otros análisis, en esta caso de la viruela símica.
Lo tercero es que exista una alianza entre pacientes y los sistemas de vigilancia para poder rastrear aquellos contactos con los que tuvieron posible riesgo para poder también hacerle seguimiento y especialmente que hagan cuarentena, en este caso de por lo menos tres semanas para evitar que estas personas no contagien a otras.
¿Qué hacer en caso de sospecha?
En caso de presentar síntomas como fiebre, malestar general, aparición de vesículas como ampollas que es la característica de la varicela y haber tenido alguna conducta de riesgo, contacto íntimo, estrecho con otra persona enferma confirmada, lo importante es aislarse de inmediato y consultar al médico para recibir orientación adecuada. La idea es que con esa información la persona pueda saber si debe descartar o mantener el aislamiento.
La viruela símica es un virus que está circulando por el país, probablemente se puedan presentar más casos pero lo importante es no entrar en pánico, saber que está ahí y que se puede ayudar a contener entre todos. En Colombia hemos tenido muchas epidemias y algunas se han podido contener bien, esta epidemia se puede contener, hay posibilidades de vacunas pero en este momento la estrategia no es vacunar masivamente a la población sino dirigirla y en especial hacerle seguimiento a los casos positivos.