EFE. El presidente estadounidense, Joe Biden, aseguró este miércoles que está en Irlanda del Norte para «escuchar» y apoyar el proceso de paz en la provincia británica, que celebra el 25 aniversario del acuerdo del Viernes Santo con las instituciones del Gobierno autónomo suspendidas.
El mandatario demócrata efectuó esas declaraciones a las cámaras de televisión presentes, al comienzo de un encuentro en un hotel de Belfast con el primer ministro británico, Rishi Sunak, de poco más de 30 minutos en el que tomaron té y dialogaron sobre varios asuntos, según la Casa Blanca.
No hubo después rueda de prensa conjunta y el presidente se dirigió al nuevo campus de la Universidad del Ulster, su único evento público en la región, para pronunciar un discurso sobre los progresos de 25 años de paz y la oportunidades de inversión en su economía.
Fuentes de la Administración estadounidense explicaron que Biden y Sunak no abordaron la cuestión del acuerdo de libre comercio entre Londres y Washington, uno de los objetivos que se marcaba el Gobierno británico tras el Brexit, después de que un portavoz británico ya había enfriado la perspectiva de un acercamiento a corto plazo.
En un encuentro con los medios en Belfast, la directora para Europa del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Amanda Sloat, señaló que ambos líderes dialogaron sobre «varios asuntos económicos», la situación en Irlanda del Norte y la guerra en Ucrania.
Sloat insistió en que el presidente desear ver restauradas las instituciones de Gobierno norirlandesas, pero precisó que «foco principal» de su visita es celebrar el acuerdo del Viernes Santo, el texto que puso fin al conflicto.
En este sentido, se espera que Biden, de origen irlandés, aproveche incentivo de la inversión estadounidense en la región para instar al Partido Democrático Unionista (DUP), segunda formación, a que regrese al Gobierno de poder compartido, suspendido desde hace más de un año.
El DUP se niega a entrar en un Ejecutivo liderado por el nacionalista Sinn Féin, primera fuerza, por su rechazo a los arreglos comerciales pos-Brexit para la provincia, pactados por Londres y Bruselas en el Acuerdo Marco de Windsor.
Según la Casa Blanca, Biden también «tendrá la oportunidad de interactuar» con «cada uno» de los líderes de los cinco principales partidos regionales, si bien no habrá «una reunión de grupo formal», como consecuencia de sus diferencias sobre el Brexit.